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LA REFORMA GREGORIANA EN LAS IGLESIAS DE CASTELLDEFELS (AÑOS 1050-1100)
Decíamos en el capítulo anterior que las
iglesias de Castelldefels resistieron, entre los años 1000 y 1050,
el intento de absorción episcopal gracias al amparo papal sobre
Sant Cugat. Pero un nuevo factor alteraría la situación:
la revolución política que Cataluña vivió
hacia el año 1050, con el nacimiento del feudalisme. Los señores de los castillos dejaron de considerarse delegados del conde, para transformarse en señores en su plenitud. En este contexto, los diezmos parroquiales de Aramprunyà, Garraf y Sant Climent fueron divididos, infeudados, heredados o vendidos entre nobles como simples propiedades privadas.[14] En cuanto a las iglesias monacales que, en Castelldefels, dependían de Sant Cugat, también se adaptaron al feudalismo, y el abad actuó
como señor feudal, fuera del control del obispo.
Pero esta situación irregular no duró mucho. A finales del siglo XI, un aire de espiritualidad y reforma recorría las iglesias de Europa, concretado en la reforma gregoriana. Y una de sus consequencias fue la introducción de control foráneo sobre Sant Cugat. Para implantar la reforma. Roma puso el monasterio bajo el control del abad del cenobio francés de Thomières,[15] que, entre otras cosas, ni tan sólo aceptó reconocer al abad elegido por los monjes.[16]
Esta situación provocó una revisión de la exención de Sant Cugat (y por tanto, también de Castelldefels) de la iglesia barcelonina. Si entre los años 1000 y 1090, Sant Cugat había protegido su independencia del obispado acercándose a Roma, ahora intentaba protegerse de la ingerencia romana acercándose al episcopado barcelonino. Así, en la década del 1090, los monjes y el obispo actuaron juntos, protegiéndose mutuamente contra el legado romano.
La conclusió de este agitado período es una bula de Urbà II de 1098, que confirmaba las posesiones del monasterio, pero eliminaba la independencia episcopal, obligando al abad a ser confirmado por el obispo de Barcelona.[17] Es en esta nueva etapa de relaciones en la que vale la pena emmarcar la consagración parroquial de Santa María de Castelldefels en una fecha tardía,[18] casi cien años después de las primeras menciones sobre la existencia de parroquias en Aramprunyà. Consagración parroquial e "ingerencia" episcopal favorecidas por la coincidencia de abadía y episcopado en una misma persona: el obispo-abad Berenguer.
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[14] Son significativos los documentos de
infeudación y soto-infeudación de Aramprunyà del 1067
y el 1074, que igualan los diezmos de Aramprunyà, Sant Climent y
Sant Vicenç al mismo nivel que otros derechos feudales. |
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[15] P. Kehr, El papado y el Principado de
Cataluña hasta la unión con Aragón, "Estudios Universitarios
Catalanes", Vol. XIV, Barcelona 1929, pp. 289-323. |
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[16] Diferentes episodios de estos enfrontamientos, en el Cartulario de Sant Cugat, Edición de J. Rius, vol II, docs.739, 740, 741, 742, 743, 744, 745 y 753. |
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[17] Cartulario de Sant Cugat, Edición
de J. Rius, vol II, doc. 774. |
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[18] Archivo de la Catedral de Barcelona,
Diversorum C (c), carp. 2, núm. 1. Reproducido por R. Ordeig, Inventario
de las Actas de consagración y dotación de las iglesias catalanas,
Años 1101-1125, "Revista Catalana de Teología", vol. XIII/2,
(1988), doc. 284, p. 398-400. |
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