LA CESIÓN DEL TÉRMINO DE CASTELLDEFELS A SEÑORES LAICOS (AÑOS 1100-1150).Por otro lado, en lo que respecta al dominio temporal del monasterio, los monjes, que ya no pudieron administrar sus posesiones "sobre el terreno", tuvieron que cederlo a particulares, a cambio de su vasallaje y de un determinado censo. Esta cesión, a la manera feudal, se realizó mediante la infeudación de las posesiones de Castelldefels a algun noble. Entra en escena entonces en Castelldefels la poderosa familia de los Santa Oliva. Esta famlia, que ya era vasalla del monasterio desde principios del siglo XI en determinadas tierras del Penedés, detentaba a la vez la castlania del castillo de Aramprunyá. En efecto, en el 1067 los Sant Martí, señores de Aramprunyá, encomendaron la custodia del castillo a los Santa Oliva.[20] Los Santa Oliva obtuvieron, de los señores de Aramprunyá, parte en las rentas del castillo. Pero, a mediados del siglo XII nos aparecen también vinculados a antiguas posesiones de Sant Cugat: la Sentiu y Almafar.[21] Otras posesiones terrenales de Sant Cugat, como Gavá, Castelldefels, y también la torre d'Almafar, nos aparecen vinculadas hacia el 1150 a otra familia, los Tició.[22] Teniendo en cuenta que el padre de este Tició se llamaba Berenguer Guillem, y que uno de los hijos y herederos de Ramon Guillem de Santa Oliva se llamaba también Berenguer Guillem, podemos razonablemente suponer que los Tició descendían de los Santa Oliva, y que adquirieron la señoría de Castelldefels en el 1148 como parte del lote que, a consequencia de la sentencia del cardenal Bossó de 1117, fue infeudada a los Santa Oliva al ser abandonado por los monjes de Sant Cugat.
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