LA CESIÓN DEL TÉRMINO DE CASTELLDEFELS A SEÑORES LAICOS (AÑOS 1100-1150).

    La resolución de 1117, que obligaba a los monjes de Sant Cugat a dejar de residir en las iglesias exteriores del monasterio provocó, a principios del siglo XII, una importante reordenación de las funciones y divisiones eclesiásticas de las tierras de Sant Cugat hasta Aramprunyá. Por un aldo, algunas celdas y sus tierras adyacentes, abandonadas por los monjes, fueron probablemente incorporadas a otras iglesias controladas directamente por el obispo, como Sant Pere de Gavá, que quedó unido a Sant Miquel de Aramprunyá, [19] Sant Pau del Prat, unida a Sant Boi de Llobregat, o Sant Joan de Viladecans, unida a Sant Climent de Llobregat.

    Por otro lado, en lo que respecta al dominio temporal del monasterio, los monjes, que ya no pudieron administrar sus posesiones "sobre el terreno", tuvieron que cederlo a particulares, a cambio de su vasallaje y de un determinado censo. Esta cesión, a la manera feudal, se realizó mediante la infeudación de las posesiones de Castelldefels a algun noble.

    Entra en escena entonces en Castelldefels la poderosa familia de los Santa Oliva. Esta famlia, que ya era vasalla del monasterio desde principios del siglo XI en determinadas tierras del Penedés, detentaba a la vez la castlania del castillo de Aramprunyá. En efecto, en el 1067 los Sant Martí, señores de Aramprunyá, encomendaron la custodia del castillo a los Santa Oliva.[20]

    Los Santa Oliva obtuvieron, de los señores de Aramprunyá, parte en las rentas del castillo. Pero, a mediados del siglo XII nos aparecen también vinculados a antiguas posesiones de Sant Cugat: la Sentiu y Almafar.[21] Otras posesiones terrenales de Sant Cugat, como Gavá, Castelldefels, y también la torre d'Almafar, nos aparecen vinculadas hacia el 1150 a otra familia, los Tició.[22] Teniendo en cuenta que el padre de este Tició se llamaba Berenguer Guillem, y que uno de los hijos y herederos de Ramon Guillem de Santa Oliva se llamaba también Berenguer Guillem, podemos razonablemente suponer que los Tició descendían de los Santa Oliva, y que adquirieron la señoría de Castelldefels en el 1148 como parte del lote que, a consequencia de la sentencia del cardenal Bossó de 1117, fue infeudada a los Santa Oliva al ser abandonado por los monjes de Sant Cugat.

[19] Así pues, si entre los años 972 y 1098, en la zona de Gavá se habla de la iglesia de "Sant Pere de Castelldefels", esta denominación se sustituye a partir del 1143 por la de "Sant Pere y Sant Miquel de Aramprunyá", indicando la unión a la parroquia de Aramprunyá de la antiga celda de Sant Pere, fundada por el monasterio de Castelldefels. La inclusión de Sant Pau del Prat a Sant Boi proseguirá hasta el siglo XVI, y la de Sant Joan de Viladecans a Sant Climent hasta el siglo XVIII.
[20] F. de Bofarull, La baronía y el castillo de Aramprunyá, Barcelona 1911, apéndice 2.
[21] La Sentiu: J. Torres y Reyetó, Lo castell de Aramprunyá, en las Memorias de la Asociación Catalanista de Excursiones Científicas, núm. 3 (1887), p. 53, Almafar: en el testamento de Guillem Ramon de Santa Oliva en el 1143, al CSC, doc. 946,
[22] Tició de Gavá, en el año 1145, al CSC, doc. 965, de Castelldefels, en el 1148, CSC, doc. 967, y d'Almafar, en el 1178, CSC, doc. 1117.